9.11.10

EL HAPPENING

Uno de los propósitos de un diseñador es crear una emoción en su consumidor, que una prenda este cargada de significados y emociones pero sobre todo que sea transferible al cliente, que la inspiración se traslade del boceto a cada fibra de un textil y de este a la personalidad de quien lo use, ¿pero como lograrlo? Aparte de hacer un diseño inteligente y una traducción creativa de nuestros sentimientos a verter sobre una falda, los diseñadores se han apoyado en las formas con que dan a conocer sus colecciones: publicidad y pasarelas, en este punto Alexander McQueen nos viene a la mente como uno de los exponentes más representativos de esta idea.
Esto es tanto verdad que muchos de los desfiles mostrados por le enfant terrible de la moda se consideran Happenings  -¿y que es un happening? es una manifestación artística multidisciplinaria donde no solo el objeto a exponer es el foco de atención, si no que el publico que se ve involucrado (consiente o inconscientemente, con su permiso o sin el) generando una emoción mas directa- pues su forma de presentar a las modelos, y como el publico llega a ser parte de el desfile –recordemos en su colección la Atlántida de Platón, las cámaras muestran a los espectadores como parte del escenario- fueron constantes de cada pasarela en las semanas de la moda de Paris. Entonces estos happenings ayudaron a que Lee impregnara de cargas emotivas a sus colecciones, no solo como un ejercicio de moda, si no como una necesidad de creación que viene de forma innata en la personalidad de un diseñador.
Por eso el 13 de octubre de este año en la universidad se llevo a cabo un happening, durante 20 minutos los alumnos de 5to semestre recorrieron la escuela vistiendo de negro y sin emitir expresión alguna, siguieron a alumnos, flanquearon entradas y se pararon detrás de los profesores. La idea era la Muerte.

A las 12 del día comenzó a sonar el redoble de dos tambores mientras que los “entes” comenzaron a llenar los salones y el jardín, cada golpe recordaba el tocar de las campanas el día de los fieles difuntos, lento pero fuerte, recordando el latido del corazón y que servía de margen para delimitar la duración del evento. Había una persona por catedrático, quienes siguieron impartiendo sus clases de manera regular, desconcertando aun más a los estudiantes.

El cometido se cumplió, se creo la incertidumbre y el miedo que sin recursos literales se lograron transmitir al público, que con sus sentimientos y reacciones contribuyeron a crear la atmosfera deseada formando (sin saberlo) parte del happening.

Un diseñador tiene que ser capaz de impregnar su ropa de sus ideas y sentimientos, creando así un lazo entre el consumidor y este a su vez hacia su ropa.
Héctor Serna.

3 comentarios:

  1. Hoooola Héctor!
    Q interesante lo q están haciendo
    :)
    este blog promete mucho, lo estaré leyendo.
    Además de q me gusta mucho tu forma d narrar las cosas.

    quiero ver más!

    saludos
    Ed

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  2. vaya! ya hacia falta clases con transfondo cultural en trozmer felicidades!

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  3. Muy poderoso ejercicio! Felicidades por hacer las enseñanzas vivenciales, es una gran idea!

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